GALVANIZACIÓN
04 | 2014

Estimados lectores,

En este último número del año les traemos dos ejemplos maravillosos de empleo de acero galvanizado en infraestructuras. Uno, el puente de Stoneham, donde el uso de la galvanización asegura una vida útil de más de 75 años para toda la estructura. E incluso mayor, como lo demuestra el ejemplo número dos, el puente Lydlinch, construido durante la Segunda Guerra Mundial para que los tanques pudieran acudir a la concentración de tropas en los días previos al desembarco de Normandía.

Que el acero galvanizado es la protección que permite la mayor longevidad a las estructuras metálicas está fuera de toda duda. Que se trata de un material frecuentemente empleado por arquitectos e ingenieros, también. Y que su empleo presenta soluciones novedosas para la sostenibilidad de este siglo XXI, más aún. Así lo demuestra el Bernard Weatherill House, en el mismísimo centro de Croydon; o la instalación deportiva diseñada para Mendizorrotza por el arquitecto español Fernando Bajo Martínez de Murguía; la fachada de la Tecnópolis en Delft; o el Teatro Griego de Bradfield, donde Antígona sigue desafiando a las leyes humanas, tan volubles…

Presten atención al siguiente número, ya en 2015. ATEG vuelve a convocar sus Premios de Galvanización en Construcción para arquitectos e ingenieros. Para que sean ustedes mismos quienes nos deslumbren a nosotros con sus propuestas longevas y sin coste de mantenimiento, hechas con acero galvanizado, por supuesto.

Disfruten del número.

Javier Sabadell
ATEG