Este singular proyecto eco-revolucionario ha evolucionado a través de un proceso de diseño participativo entre el equipo de arquitectos y los ocupantes de las viviendas. Se trataba de diseñar un barrio basado en valores ecológicos Passivhaus, donde fuese muy fácil vivir un estilo de vida sostenible en el sentido más amplio del término.

Actualmente se trata del proyecto certificado de viviendas Passivhaus más grande efectuado en el Reino Unido. Incluye 23 viviendas de tres dormitorios, 12 de dos dormitorios y 6 viviendas de un solo dormitorio. Se ha alcanzado una certificación sostenible de nivel 6 (emisiones de carbono neutralizadas).

Las instalaciones comunitarias incluyen un taller de trabajo; una casa común para comidas compartidas, socialización y eventos; lavandería; tienda de bicicletas con su correspondiente taller; una cooperativa de alimentos; habitaciones de huéspedes; y un espacio para niños que incluye un huerto. La comunidad es propietaria de 2,5 hectáreas de tierra, incluyendo bosques con plantas nativas. El desarrollo está diseñado para facilitar la interacción social informal y fomentar el intercambio de encuentros. Hay un club de coches y todos los vehículos se mantienen en el límite del espacio. Los hogares y el agua caliente se calientan mediante un sistema de calefacción urbana de 5.000 litros calentado por una matriz de energía solar térmica de 40 kW y una caldera de 150 kW alimentada con astillas de madera local. Hay disponibilidad de 50 kW de energía fotovoltaica.

El diseño prevé una vida útil 100 años para las viviendas, en lugar de los 60 años habituales para nuevas construcciones. Por esta razón, se ha hecho un uso extensivo de acero galvanizado en acabados exteriores, en balcones, porches y escaleras. La durabilidad a largo plazo y la menor necesidad de mantenimiento hizo del acero galvanizado la elección lógica.