GALVANIZACIÓN
01 | 2014

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Graderíos

La belleza de lo simple

 

Con este proyecto se dio respuesta al irresoluble problema de ubicar un graderío dentro de un recinto donde conviven fútbol y atletismo. La premisa fundamental consistió en advertir que los espectadores de la instalación predominantemente serían entusiastas del fútbol. Por lo tanto, desde el primer momento hubo de desecharse la idea de ubicar el graderío tras la pista de atletismo: al aficionado le apasiona sentir el aliento del futbolista. Como tampoco parecía adecuado demoler la pista por escasez de uso, se decidió finalmente ubicar el graderío en una franja de terreno de aproximadamente seis metros de anchura, existente entre ambos terrenos, y ocupada por un foso de saltos (que posteriormente hubo de trasladarse). .

El edificio ocupa por tanto una franja de 3,80 metros, lo que define explícitamente su forma: conforme se eleva, se amplía.


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La tectónica tuvo su importancia en la fase de diseño. La propuesta partía de la típica grada de pórticos de hormigón prefabricado, con sus toscas secciones y su horrendo voladizo. No solo su inadecuación al espacio disponible motivó el rechazo, en general los arquitectos pensaron (con acierto) que el humilde polideportivo no se merecía una construcción zafia y vulgar.

La necesidad de disponer de un edificio de construcción veloz y escaso mantenimiento dio paso a la recurrente idea de construir con materiales y estructuras ligeras: pórticos construidos con perfiles HEB 240 galvanizados en caliente y uniones atornilladas, forjados de chapa colaborante, el cubrimiento con chapa ondulada perforada de acero galvanizado. La estructura misma era el edificio. Su envoltura, un velo galvanizado que lo protege del viento y la lluvia.

El diseño es hermoso y simple, vinculado de una manera efectiva a su ingeniería, lo que ha proporcionado una estructura ligera, durable, libre de mantenimiento, y que pueda ser utilizada durante muchos años.

Fotos del proyecto
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