GALVANIZACIÓN
04 | 2015

Editorial

Estimados lectores, el puente Loku Paalama es el resultado de tres meses de duro trabajo por parte de un grupo de estudiantes del Instituto Karlsruhe. Con su esfuerzo, han proporcionado un activo vital para la comunidad local financiado con fondos recaudados por ellos mismos.

Muchos miles de personas en todo el mundo se ven afectados cada año por conflictos y los desastres naturales. Shigeru Ban ha aplicado sus habilidades arquitectónicas en Nepal, tras el devastador terremoto, diseñando viviendas a prueba de terremotos derivadas de materiales locales. Los arquitectos, piensa, tienen gran responsabilidad en regiones propensas a desastres. “No se trata de terremotos que matan por sí mismos a la gente, sino de edificios que se derrumban sobre ellos”.

Tal vez se precise un esfuerzo conjunto de ingenieros y arquitectos en zonas como Nepal. A los estudiantes de Karlsruhe se les ocurrió una solución que permitiese a los pobladores locales llevar a cabo actividades diarias que todos damos por sentado, pero que para ellos constituía una imposibilidad material.

Nuestro material, el acero galvanizado, está presente en estructuras modulares creadas por empresas especializadas en aliviar los efectos de los desastres naturales y en países devastados por la guerra.

Da satisfacción ver a jóvenes estudiantes renunciar a sus vacaciones de verano por una buena causa.

Javier Sabadell
ATEG