Galvanización
02 | 2013

Estimados lectores,

Las páginas del presente número de nuestra revista no tienen desperdicio. Tanto el espectacular centro de ocio de Hengrove Park, en Bristol, como el imponente centro de exposiciones y congresos de Estocolmo, sin olvidar el resto de proyectos que figuran en el índice, el uso del acero galvanizado alcanza perfecciones realmente sublimes. Permítanme, por ello, que les invite a cenar a la orilla del mar, en Folkstone, o a un paseo por los bosques de Bohemia, cuando no a esperar la llegada de un autobús en Calpe que les lleve a su destino. En todos los casos, encontrará edificios o construcciones que perdurarán en el tiempo, sin permitir el avance de la corrosión, gracias l recubrimiento de zinc de las estructuras metálicas expuestas a la intemperie.

Quizá sea la fuerza con la que identificamos este motivo, auténtica razón de ser del acero galvanizado, la justificación de que el presente número de la revista incluya un artículo técnico, pero muy divulgativo, sobre las falacias e incorrecciones a las que conduce el uso de ensayos de niebla salina a la hora de evaluar, y comparar, las prestaciones del acero galvanizado y otros recubrimientos. En este tema queremos ser muy claros, pues acostumbramos a recibir de manera continuada preguntas sobre la fiabilidad de este test, tan solicitado (de manera inadecuada) por empresas y clientes. Déjenme que les adelante la principal conclusión: el ensayo en niebla salina es el origen de muchos y graves problemas si usted decide fiarse de sus resultados a la hora de escoger una forma u otra de proteger el acero. En el artículo le describimos las limitaciones de este tipo de prueba y las razones por las que no debe usarse para evaluar un recubrimiento, algo que explícitamente viene reflejado en la norma ISO 9227.

Espero que disfruten de nuestra“Galvanización”.

Hasta el próximo número.

Javier Sabadell
ATEG