Galvanización
01 | 2013

Galvanizar

no es solamente galvanizar

un estudio de los procesos de galvanizado

Por galvanización se conoce a la aplicación de un recubrimiento de zinc metálico sobre el acero. El acero puede ser galvanizado mediante procesos con características muy diferentes entre sí. Sin embargo, no todo lo conocido como galvanización significa lo mismo. Los diferentes procesos de galvanización varían fundamentalmente en el espesor de la capa de zinc que se origina y los medios con los que es creada. Ambos factores tienen una enorme influencia tanto en la durabilidad de la protección como en la capacidad de soporte de carga mecánica. Los procesos más importantes son: galvanización por inmersión en caliente en continuo, en discontinuo, electrozincado (o galvanización fría) y pulverización térmica de zinc.


Los recubrimientos de zinc varían unos a otros en los espesores de capa y la formación de una aleación con el sustrato de acero.



La galvanización en caliente

La inmersión del acero en un baño de zinc fundido se conoce como galvanización en caliente. El término "galvanización en caliente" abarca tanto la galvanización por lotes o piezas (galvanización discontinua) como el proceso continuo por inmersión en caliente o Sendzimir. En el proceso continuo se sumergen las bandas de acero en un baño de zinc y posteriormente se les somete a un tratamiento adicional. La banda de acero galvanizado así obtenida es un producto preliminar que puede procesarse posteriormente (perforación, corte a medida, etc.). Estos procesos destruyen la capa protectora de zinc en los bordes que han cortados y perforados.

El proceso más duradero es la galvanización en caliente discontinua. Por esta razón, las piezas de acero galvanizado se utilizan en áreas de fachada ventilada de acuerdo a la norma DIN 18516-1 sin medidas adicionales para la prevención de la corrosión.

En cambio, en la galvanización por lotes o discontinua las estructuras de acero se fabrican primero y se sumergen después en el baño de zinc fundido, lo que asegura que la protección contra la corrosión cubra la totalidad de la pieza. Los bordes cortados también son galvanizados, y la inmersión asegura que las secciones huecas queden protegidas tanto por dentro como por fuera.

El galvanizado discontinuo difiere del galvanizado continuo en cuanto al espesor de la capa de zinc que se obtiene del proceso. En el galvanizado continuo el zinc depositado presenta un grosor de entre 5 y 40 micras, mientras que la galvanización discontinua queda favorecida por espesores marcadamente mayores, normalmente entre 50 y 200 micras.

Los procesos de galvanizado más relevantes

Debido a las diferencias presentes en los bordes de corte y a la capa de espesor variable, el acero galvanizado en continuo y el acero galvanizado en discontinuo se utilizan en muy distintos campos de aplicación. La banda galvanizada en continuo se emplea principalmente en interiores sometidos a un bajo nivel de corrosión, como son los conductos para cables o los sistemas de aire acondicionado. En cambio, el acero galvanizado en discontinuo se utiliza principalmente en exteriores, donde por regla general han de atenderse períodos de protección frente a la corrosión que abarque varias décadas. Es en estas aplicaciones donde el galvanizado en discontinuo ha demostrado a lo largo de más de un siglo su extrema durabilidad, resistencia y nulo mantenimiento.

Otras galvanizaciones

Existen otros procesos de galvanización, como el electro-zincado o la proyección térmica de zinc. En electro-zincado, el zinc se precipita sobre los componentes de acero por influjo de una corriente eléctrica. Los recubrimientos de zinc así obtenidos son considerablemente más delgados que los de la galvanización en caliente, estando el grosor de la capa de zinc en unas 5 micras. Es por este motivo que las piezas electro-zincadas se emplean sobre todo en ambientes de baja corrosión como una forma de protección temporal.

En la proyección térmica, o pulverización con zinc, el zinc se funde en una pistola de pulverización y se esparce sobre la superficie del acero. Este proceso es frecuentemente usado para prevenir la corrosión de componentes que no pueden ser galvanizados en discontinuo. Además, a diferencia de lo que sucede con la galvanización en caliente, ni el electro-zincado ni la pulverización térmica de zinc implica la formación de capas de aleación entre el zinc y el acero.

Otros procesos como los recubrimientos con polvo de zinc o con escamas, a pesar de que son a menudo erróneamente denominados como "galvanizado", no cumplen con ninguno de los criterios de la galvanización.

En resumen

Galvanizar no es solamente galvanizar. Los procesos de galvanización varían unos con otros en los espesores de la capa de recubrimiento y en las características de la protección obtenida. Pero una cosa es segura: ninguno de los procesos antes mencionados es tan duradera y sólida como la galvanización discontinua, cuya versatilidad y eficiencia han logrado que se la reconozca universalmente como galvanización en caliente (aunque no sea la única).