- Obra: 25 VPO en Barriada Consejero Jaime Montaner. Tharsis, Huelva
- Autores: Miguel Ángel Exteve Portoles y Rafael Frutos Fernández
- Promotor: Empresa Pública del Suelo de Andalucia. EPSA
- Constructor: GARASA
- Fecha de ejecución de Obra: 2007-2010
MEMORIA
En el limite de los terrenos urbanizados, a fin de corregir las necesarias cotas que se establecen en la urbanización de la calle y los solares para las viviendas se ha proyectado un muro formado por gaviones a ambos lados.
Para conseguir la altura se han utilizado hiladas superpuestas hasta tres, sobre una explanación sobre el terreno nivelado previamente.
Las piedras utilizadas son las existentes en las proximidades de la zona, con un tamaño como mínimo 1.5 veces la abertura de la malla y no mayor de 200 mm. La última hilada queda coronada por una solera armada de 20 cm de espesor.
Los terrenos donde se ubica la intervención son una franja de terreno que queda libre de la manzana denominada "Consejero Jaime Montaner", de forma sensiblemente rectangular.
En la manzana se intervino por primera vez por los Arquitectos "Cruz y Ortiz" en aproximadamente dos tercios de la misma a partir del ángulo más próximo al poblado de Tharsis, acabándose la obra en 1992.
Posteriormente se han ocupado los otros dos ángulos, uno de ellos con 15 viviendas y una incompleta urbanización y el otro con una piscina pública.
La urbanización como tal no existe, puesto que lo primero que se propone abordar es la ubicación de las edificaciones en la superficie libre.
El aspecto más importante para el proyecto es que las cotas del extremo por donde se puede acceder y el extremo opuesto son las mismas por lo que se puede proyectar un viario de rasante horizontal. De otra parte están marcados los pasos de agua bajo la carretera de gran importancia para el proyecto de urbanización.
Se puede entender que los terrenos están afectados por los desagües que pasan bajo la carretera, constituyendo una servidumbre la necesidad de evacuar las aguas que por estos pasos transcurren.
Como se ha indicado anteriormente el hecho de que las cotas de los extremos del rectángulo donde se puede ubicar los volúmenes de las viviendas sean iguales, facilita el trazado horizontal de un viario lineal sencillo y horizontal.
La uniformidad de las características de los terrenos no condiciona diferenciaciones en la posible ordenación tanto en su razado como en las dimensiones de los volúmenes.
La no existencia de importantes condicionantes para la ordenación como se ha visto en los puntos anteriores, hace que los condicionantes culturales del lugar y los formales derivados del proyecto de Cruz y Ortiz sean determinantes para la formalización de la propuesta.
Las condiciones culturales y formales, se puede decir que casi son las mismas debido a la directa interpretación cultural que hace el proyecto de Cruz y Ortiz del lugar.
Estas condiciones se concretan en la aproximación a la ordenación rural propia del perímetro de un poblado minero, a la imagen de fragmentación parcelaria rural, a la concepción del espacio de los viarios de las poblaciones rurales y a la condición de frontera entre el campo y el poblado en que se encuentra. Atodo esto añaden Cruz y Ortiz unas directas referencias culturales a la arquitectura de Alvar Aalto.
Sumergirse en todos estos condicionantes y dar una mínima respuesta adecuada era el objeto de esta intervención.
Se organiza una comunicación desde el viario exterior, quebrada, que pasa tangencialmente a la urbanización de las últimas viviendas construidas y que llega hasta las instalaciones de la piscina.
A lo largo de esta vía primero a derecha y después a izquierda se apoyan las viviendas en volúmenes de cinco unidades, todos ellos iguales de manera que sumen las 25 viviendas que establece el programa de EPSA.
Cada vivienda de dos plantas; se ubica la zona de uso de día en baja y uso de noche en alta.
La de día la constituyen el salón-comedor, cocina, un lavadero o tendedero, un aseo, y un pequeño espacio de almacenamiento. La de noche tres dormitorios y un baño.
Se completa el programa con el acceso desde el exterior, un vestíbulo, y la comunicación vertical de la escalera.
Las viviendas se conectan al viario través de una pequeña escalinata cerrándose a una superficie que queda privatizada para cada vivienda, a modo de patio posterior.
Dada la calidad de análisis del lugar y de la propuesta de Cruz y Ortiz, que además ocupan la mayor parte de la manzana, las pautas a regir son de continuidad con las trazas de esta solución.
Se trata de formalizar al ubicar los volúmenes de las viviendas unos espacios públicos adecuados al medio rural en que se encuentra que al mismo tiempo sigan la pauta del proyecto de Cruz y Ortiz.
Estos espacios urbanos se conectan entre sí hasta llegar al viario perimetral, proporcionando accesibilidad y conexión no sólo a las viviendas que se
proyectan sino a las ya existentes y a la piscina pública, conectando al mismo tiempo uno de los viarios de la primera intervención.
Los volúmenes de proporciones muy lineales son empleados como a acompañamiento al fondo de las hileras de pequeños volúmenes que constituyen la primera intervención.
Los volúmenes se ubican de forma que permitan entre ellos construir las conducciones de agua que transcurren bajo la carretera Alosno-Cabezas Rubias.
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