Existe una variedad de recubrimientos de zinc que se utilizan para la protección contra la corrosión, cada uno con sus propias características y rendimiento. Los recubrimientos de zinc pueden aplicarse a las superficies de acero mediante diversas técnicas que incluyen la galvanización por inmersión en caliente, cincado electrolítico, metalización, pintura con recubrimientos ricos en zinc, etc. De estos, el galvanizado en caliente es, con diferencia, uno de los tipos de galvanizado más utilizado en todo el mundo.
Galvanizado por inmersión en caliente
1. Galvanizado General o Galvanizado por Lotes (también denominado post-galvanizado):
En este proceso, el metal base (generalmente acero) se sumerge en un baño de zinc fundido a altas temperaturas. En estos tipos de galvanizado el zinc se adhiere firmemente al metal base y forma una capa gruesa y duradera de zinc. El galvanizado en caliente es ideal para aplicaciones que requieren una alta resistencia a la corrosión, como las estructuras metálicas exteriores, postes de cercas, torres de energía y piezas de automóviles.
El zinc fundido en el baño de galvanizado cubre esquinas, sella bordes, uniones y remaches, y penetra en los huecos para brindar protección completa a áreas que pueden generar puntos de corrosión con otros sistemas de recubrimiento. El recubrimiento galvanizado es ligeramente más grueso en las esquinas y bordes estrechos, lo que brinda una protección mucho mayor en comparación con los recubrimientos orgánicos que se adelgazan en estas áreas críticas. Se pueden galvanizar formas complejas y recipientes abiertos por dentro y por fuera en una sola operación.
Gracias a los diferentes tipos de galvanizado es posible galvanizar artículos de diversos tamaños, desde pequeños elementos hasta estructuras con muchos metros de altura. Los grandes baños de galvanización, mediante el uso de técnicas de inmersión, pueden galvanizar casi cualquier estructura, reduciendo al mínimo los costes de mantenimiento y alargando la vida útil de los productos.
Los artículos pequeños se pueden sumergir en el zinc fundido en un recipiente que se hace girar o centrifugar para retirar el zinc fundido. Esto ayuda a eliminar el exceso de zinc de roscas y bordes y proporciona una capa suave, aunque más delgada, que los artículos sumergidos por lotes.
2. Galvanizado en continuo (también denominado pre-galvanizado):
En estos tipos de galvanizado continuo, las bobinas de acero pasan a través de una serie de tanques de zinc fundido en un proceso continuo, lo que permite un recubrimiento uniforme. Una vez galvanizada la bobina se puede cortar para producir chapa galvanizada, quedando en todo caso los bordes de corte desprotegidos. Estos productos no deben confundirse con artículos galvanizados en caliente por lotes. Los artículos galvanizados en continuo siempre producen recubrimientos más delgados que el galvanizado en caliente por lotes para el mismo espesor de acero y, por lo tanto, ofrecen una menor protección contra la corrosión cuando se exponen al mismo entorno.
Otros tipos de recubrimientos con zinc
1. Zincado electrolítico o Electrocincado:
El proceso de zincado, o electrozincado, es un proceso en el que se adhiere una capa de zinc al acero para protegerlo contra la corrosión. Este proceso de recubrimiento garantiza cierta protección contra la corrosión y una apariencia agradable de las piezas a un coste bajo. Se lleva a cabo en frío (por eso a veces se llama -erróneamente- galvanizado en frío), la capa de zinc es mucho más fina (entre 2-25 micras) y se usa cuando se requiere una resistencia menor a la corrosión y una fortaleza mecánica menor.
Estos tipos de galvanizado consisten en aplicar zinc a la lámina de acero y decapar por electrodeposición. A diferencia de otros revestimientos de zinc, como el pintado con zinc, el proceso de zincado es continuo y el espesor del revestimiento es mínimo, y al igual que el galvanizado, requiere una serie de baños y enjuagues antes del baño de zinc.
Los elementos de fijación galvanizados mediante Galvanizado General suelen tener alrededor de 10 veces más zinc en la superficie que los electrocincados, siendo por tanto su uso recomendado tanto en interiores como exteriores y en todo tipo de ambientes corrosivos. No es infrecuente encontrar elementos de sujeción electrocincados en ambientes al aire libre, e incluso conectando elementos de acero galvanizado: su comportamiento es decepcionante porque su durabilidad es mínima. De hecho, algunos regueros de óxido que nos encontramos en las señales de tráfico provienen no del acero galvanizado, que se mantiene óptimo durante décadas, sino de los tornillos electrocincados que se han utilizado para sujetar las señales a los postes y que al cabo de un año (dos, a lo sumo) ya están oxidados.
2. Metalización con zinc o Zincado por proyección:
De entre los tipos de galvanizado destaca el procedimiento de obtención de recubrimientos de zinc sobre superficies previamente preparadas por granallado, mediante la proyección de zinc semifundido con ayuda de una pistola atomizadora alimentada con un alambre o con polvo de zinc. La superficie de acero debe prepararse mediante chorro de arena y normalmente el recubrimiento no alcanza las superficies internas. Su aplicación tiene restricciones en caso de bordes cortantes, esquinas estrechas, agujeros o si hay una preparación inadecuada de la superficie. En la mayoría de los casos, la pulverización térmica es más cara que la galvanización por inmersión en caliente para una sección equivalente.
Para más información sobre los distintos tipos de recubrimientos con zinc y su normativa consulte nuestra ficha técnica.