LONJA VILANOVA DE AROUSA

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  • Obra: Reforma y Ampliación de la Lonja de Vilanova de Arousa
  • Emplazamiento:  Porto de Vilanova de Arousa
  • Autores:  2C ARQUITECTOS. Angel Cid y Silvia Diz.
  • Colaboradores:  Maite Gómez, Cristina Sánchez, Elisa Rodríguez, María Rodríguez, Carlos Perandones, arquitectos. Samuel Fernández, arquitecto técnico. Jorge Cebreiro, cálculo estructura. GAIA Enxeñería, instalaciones. Marta Boga, delineante.
  • Fecha:  2010/2012
  • Promotor:  Portos de Galicia
  • Empresa Constructora:  Civisglobal, S.L.
  • Presupuesto:  628.493,47€
  • Superficie:  1.298 m2
  • Fotografía: Héctor Santos

El objetivo del proyecto era ampliar y transformar el edificio de la LONJA de Vilanova de Arousa. Se trataba de un edificio formado por una nave de exposición y venta y un pequeño edificio administrativo anexo. Hemos intentado aprovechar la oportunidad de la ampliación del espacio de ventas, para dotar a la Lonja de nuevas funciones y una imagen más contemporánea y adecuada a lo que entendemos que debe ser un edificio semiindustrial que configura la fachada de un núcleo urbano en un borde marítimo.

Nuestra propuesta consistió en la construcción de una nueva cubierta que envuelve los dos volúmenes del edificio existente, modifica radicalmente su morfología y le otorga un papel protagonista y referencial en el espacio portuario de Vilanova. En este aspecto tienen especial importancia las diferentes texturas y los acabados metalizados que ofrecen percepciones diferentes según la luz y la distancia.

Para ello se construyó una estructura de acero sobrepuesta a la estructura original de madera laminada y una serie de muros de hormigón armado que ayudaron a conformar el nuevo volumen.

El proceso de transformación consistió en primer lugar en la ejecución del pilotaje para la cimentación y en el desmontaje de la cubierta existente en la nave de ventas, manteniendo los pórticos de madera laminada y las fábricas de cerramiento.

Paralelamente se levantaron unos muros de hormigón en los testeros de lo que sería el nuevo volumen.

A continuación se procedió al montaje de unos nuevos pórticos metálicos, y de las correas correspondientes. Se optó por una solución de estructura metálica porque se entendió que era la que satisfacía de manera más eficaz tanto los requerimientos que planteaba la nueva morfología, con pórticos de diferentes luces y alturas, y vuelos de longitud relativamente considerable, como las exigencias de durabilidad que se plantean a la hora de construir en una zona tan expuesta como es el muelle de un espacio portuario. Dentro de las opciones de protección del acero, se optó por la solución que nos ofrece más garantías que es la de la galvanización en caliente.

En la cubierta se optó por la utilización de chapa de aluminio gofrado, con juntas continuas según sistema Kalzip.  El material de la cubierta reviste también los alzados norte y sur, en una solución de continuidad que refuerza la definición del volumen principal.

Para el revestimiento de los dos volúmenes menores se empleó chapa deployé de aluminio anodizado, que colocada sobre el cerramiento, integra las fábricas nuevas y las preexistentes. Toda la subestructura de soporte de este revestimiento se construyó a base de perfiles tubulares y zeta de acero galvanizado, utilizando tornillería de acero inoxidable y los separadores correspondientes para evitar el par galvánico entre acero y aluminio.

La permeabilidad de esta chapa permite mantener la visión del exterior, pero evita la radiación solar directa en el interior de la nave y en particular sobre el pescado y marisco expuesto para su subasta. En la configuración de este revestimiento, es especialmente importante el formato de las chapas de deployé y la materialización y expresividad de sus juntas.

Los espacios interiores se han resuelto mediante un suelo de resinas gris muy claro y una combinación de revestimientos en pared y techo, blancos, y galvanizados, lo que además de dar luminosidad al espacio, le proporciona un ambiente contemporáneo y semiindustrial, que sin embargo cede todo el protagonismo al producto del mar que se expone ante curiosos y compradores. 

Una pasarela elevada de acceso al público recorre el interior de la nave y permite que se pueda acceder y visitar para conocer los trabajos que allí se realizan sin interferir en la actividad. Así mismo una nueva escalera permite al público acceder a la terraza bajo la gran cubierta y disfrutar de las vistas de la ría. De esta forma, la Lonja pasa de ser un edificio puramente funcional vinculado a la venta y subasta del marisco de la ría, a ser un equipamiento más del área urbana, vinculado también a la actividad turística y divulgativa.