Codeándose con sus famosos vecinos Bauhaus, B10 ejerce su propia declaración innovadora. Muchos aspectos de esta casa interactiva parecen provenir de una película de James Bond, como el sistema de gestión energética en auto-aprendizaje y las secciones de fachada automatizadas.

B10 genera el doble de energía a partir de fuentes sostenibles. El excedente se usa para alimentar dos coches eléctricos y aportar electricidad al Museo Weißenhof, que se encuentra al lado. Se encuentra situado en el corazón del famoso barrio Weißenhof de Stuttgart, y rodeado de edificios Bauhaus diseñados por arquitectos de renombre mundial como Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe y Le Corbusier. Sin embargo, B10 ha resultado ser tan innovador como sus vecinos lo fueron hace 90 años.

El arquitecto e ingeniero Werner Sobek estuvo a cargo de la planificación y el diseño, reuniendo los sistemas de energía de los vehículos eléctricos y del edificio hasta formar un solo sistema con control integral. Este sistema de gestión energética se ajusta a las rutinas cotidianas grabadas por el usuario, y asegura que el coche eléctrico está suficientemente cargado en el momento apropiado. Una vez que el usuario ha abandonado el edificio, todos los sistemas de tecnología pasan a modo ahorro. Al final del día, el edificio se prepara para el regreso de los ocupantes. Cuando cualquiera de los coches eléctricos pertenecientes a la casa se encuentra a pocos metros del edificio, la puerta se abre, las luces se encienden y la fachada se baja hasta la posición deseada.

El edificio ofrece algunas innovaciones de diseño importantes. La casa interactiva fue diseñada y prefabricada en pocos meses y erigida en un solo día. Otras innovaciones importantes incluye el uso de 17 mm de espesor de acristalamiento en vacío que forma una serie de elementos frontales capaces de plegarse y doblarse como una terraza. Los soportes de acero de los cimientos y la rejilla de acero sobre la que se levantó el edificio fueron todos galvanizados en caliente, al igual que la subestructura de acero de la terraza de plegado.

Al igual que todos los edificios experimentales diseñados por Werner Sobek, B10 utiliza un mínimo de recursos y es completamente reciclable. Cumple con todos los requisitos de la norma de triple cero: el edificio genera más energía de la que realmente necesita (energía cero), no produce emisiones de ningún tipo (cero emisiones) y todos los materiales pueden ser reciclados sin residuos (residuos cero).