- Obra: 141 Viviendad V.P.P. - S.P.T.
- Situación: Carabanchel, Madrid
- Autor: Begoña Díaz-Urgorri Emparanza, Thom Mayne
- Promotor: Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid
- Contratista: Ulcesa, Obras y Construcciones, S.A.
- Fecha de Inicio: Junio 2004
- Fecha de terminación: 17 Septiembre 2007
La vivienda pública madrileña presenta un reto a la visión moderna de la vivienda social, explorando una estrategia organizacional más humana y adecuada. La incorporación del paisaje como elemento primario de construcción, sostenido y dirigido por la trama metálica, tanto en el sentido literal como en el figurativo, hace que el proceso explore jerarquías y modelos radicalmente diferentes, utilizando como referencia el pueblo medieval más que la ciudad moderna con sus bloques de viviendas.
La superficie primaria se concibe como una mutación del paisaje y las tipologías de pueblo: patios y veredas cubiertos de vegetación en enrejados que rodean viviendas de dos plantas.
Las unidades se encuentran albergadas en el centro del pueblo flanqueadas por un edificio de 6 plantas en un lado y de 6 plantas más ático por el otro, desde el cual se accede al complejo. Un garaje subterráneo permite a los habitantes acceder a todas las zonas del "pueblo" liberando al complejo del tráfico rodado y potenciando un ambiente verdadero de pueblo: Las "calles", peatonales y estrechas, contribuyen a crear el tejido social del pueblo.
El concepto idealizado de la vivienda pública unifamiliar en un entorno urbano denso maximiza el número de unidades con acceso directo al exterior, concretamente a los patios públicos y privados. La importancia otorgada al paisaje culmina a crear el tejido social del pueblo.
El enrejado cubierto de vegetación sobre la zona del pueblo, realza el ambiente y lo cobija del caluroso verano madrileño. Como una alfombra, la vegetación trepa sobre los edificios más altos a ambos lados del "pueblo" y ofrece a sus habitantes un refugio idílico del entorno urbano.
El conjunto dispone de una estructura enrejada, que conforma una segunda piel metálica, cuya función es la de unir las superficies de fachada y cubierta, tratando de acercar la vegetación/naturaleza a los espacios comunes y al interior de los patios de las viviendas, así como mantener un control climático mediante la tamización de la radiación solar y el desarrollo de los espacios vegetales sobre las celosías y mallas.
Los elementos metálicos de la fachada y de la cubierta conforman una segunda piel inherente al edificio que le confieren un carácter propio, que resalta la continuidad entre la fachada y la cubierta, que otorgan al edificio una estética particular, integrada en el conjunto y que servirán para la generación de la trama vegetal cuya función servirá para el control climático.
La opción de la galvanización se presenta como uno de los sistemas más seguros en la protección de los elementos metálicos que garantiza la durabilidad y el aspecto de la segunda piel del edificio, además, sus condiciones estéticas favorecen un vibración en la fachada entre las superficies opacas blancas, las superficies galvanizadas y los enrejados galvanizados con o sin vegetación.
Contempla también aspectos más filosóficos de calidad de vida como compatibilizar el desarrollo urbano con la recuperación de espacios libres de carácter social, creando al mismo tiempo un lugar donde se integran todas la funciones vitales. De este modo, se intenta evitar un modelo de convivencia individuales y se apuesta por espacios que invitan a la convivencia social. Son viviendas sociales, es una agrupación porosa de viviendas, con luz, aire, vistas, patios. Un intento de cambiar la textura urbana, (patrón de vida urbana y experiencia), necesidad de crear comunidades como en los pueblos, tener una vida privada y al mismo tiempo pertenecer a una comunidad, imaginando la vida de distintos tipos de familias, las tipologías de viviendas responden a las distintas realidades de la comunidad.
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