- Obra: Aulario Facultad de Ciencias Ambientales y Biológicas A.B.C.A.
- Situación: Campus Universitario de Vegazana, León
- Arquitectos: Daniel Díaz Font y Belén Martín Granizo
- Promotor: Universidad de León, Junta de Castilla y León
- Constructora: Construcciones Ortiz, S.A.
El edificio se eleva sobre un basamento de hormigón, sobre el que se conforma como una construcción exacta y pulcra, metálica, asentada sobre un podio. Las fachadas son como una doble hoja de ladrillo, sirviendo la exterior, tosca, de soporte a un cerramiento muy simple de acero galvanizado, y la interior, vista, como soporte para el aislamiento. Entre ambas hojas se deja una cámara de aire, dispuesta hacia el exterior y ventilada..
Las fachadas se revisten exteriormente con una piel continua de chapa ondulada minionda galvanizada en piezas enterizas. Esto permite que vengan también galvanizados todos los cantos de la fábrica ya desde fábrica. Se dispone en vertical, de arriba a bajo, sin cortes ni uniones que puedan llevar a oxidarse, protegidos adicionalmente los extremos por un perfil galvanizado plegado. Esta piel, continua, reserva en sus extremos y encuentros con ventanas, ranuras de ventilación que la convierten en piel transventilada, favorable en verano e invierno, capaz de apantallar tanto la insolación solar como el viento, disipando el calor por ventilación y reduciendo las pérdidas térmicas en las condiciones más desfavorables.
Constructivamente, la cubierta consiste en una estructura de soportes y vigas de tubo de acero formando pendientes. Las carpinterías exteriores consisten en una solución rítmica de carpinterías en diente de sierra que alterna grandes paños frontales y acristalados fijos, con paños menores transversales, ciegos, que incorporan puertas que actúan como huecos de ventilación de las aulas.
Estos elementos mixtos de carpintería se construyen con un bastidor tipo de tubo de acero galvanizado, sobre el que se fijan apoyos y junquillos de chapa, también galvanizada.
El proyecto consiste esencialmente en un sencillo juego geométrico que, a través de líneas oblicuas, desfiguran un planteamiento básicamente repetitivo y regular.
En vertical, aparecen dos cuerpos de tres niveles, aunque en el situado más al norte se eleva una cuarta altura para mejorar la captación de sol y la apertura de vistas. Este gesto dibuja una gran línea horizontal que recibe y señala el acceso al edificio. Es un espacio abierto que recorta algún patio en su cubierta y abre los espacios interiores a un silencioso jardín interior. En este espacio se recogen los usos comunes del edificio y la sala de estudios, segregada del programa docente que se desarrolla en los cuerpos principales, piezas tersas de brillos metálicos con su piel continua de chapa ondulada galvanizada. Los huecos recortados en las fachadas son importantes. Dibujan sombras sinuosas y juegos de opacidad. EN ellas se alternan los grandes paños acristalados con los testeros en diente de sierra. Este control de vistas y opacidades permite una total transparencia desde el interior, a la vez que preserva de miradas indiscretas a las aulas de la planta baja.
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