La escalada de las materias primas y sus consecuencias

El acceso a las materias primas fundamentales, al igual que a una energía asequible, debería ser un derecho fundamental del ciudadano. De todos es sabido que hay una serie de bienes que son imprescindibles para el funcionamiento de nuestra economía, de nuestros hogares, de nuestras empresas. Gravar bienes fundamentales con motivo confiscatorio, o bien especular con ellos para enriquecerse, debería estar prohibido.

El aumento del precio de las materias primas está generando un serio problema en nuestra economía. Desde luego, el aumento de la inflación tiene un severo impacto en nuestros bolsillos, pero a la vez, esta escalada de precios está sometiendo el mercado de muchos productos fundamentales a severas tensiones que, lamentablemente, se llevarán por delante la solvencia y liquidez de muchos negocios.

La solución no es sencilla, pero no por ello debemos dejar de exigir a los gobernantes que tomen conciencia de la situación y reaccionen. Debería crearse un gabinete de expertos que realizara un seguimiento de la situación y propusiera medidas, sino correctivas, al menos paliativas. Muchas asociaciones estamos tratando de comprender las causas, analizar las perspectivas, porque nuestros asociados necesitan entender que es lo que está sucediendo. Pero pocos, a día de hoy, son capaces de dilucidar las claves o averiguar cómo va a evolucionar la situación.

Mientras tanto nos llegan noticias de empresas que no pueden hacer frente a sus compromisos empresariales porque los precios actuales los hacen inviables o porque directamente no hay producto en el mercado. Muchas de ellas se enfrentan a penalizaciones por incumplimiento de contratos, otras ven sus márgenes devorados.

Las empresas constructoras solicitan revisión de los contratos públicos, lo cual significará que todos pagaremos esta situación con dinero de nuestros bolsillos. Los analistas del reconocido Blog Salmón hablan de una verdadera burbuja en su entrada “Invertir en acero está de moda, pero podría dañar la poca industria que queda en España”, donde afirman que "el acero es una materia prima que puede afectar devastadoramente a todas las economías del planeta, pero especialmente a una economía como la española."

Mientras tanto las PYMES siguen luchando y sobreviviendo día a día, manteniendo sus puestos de trabajo, haciendo encaje de bolillos con sus planes financieros y esperando que, en algún momento, vuelva la necesaria y deseada normalidad y estabilidad.

La industria del galvanizado da empleo a más de 3.000 personas y factura más de 200 millones de euros al año. Galvanizamos, y algunos de nosotros también compramos y procesamos, esta materia prima estratégica que es el acero. El acero galvanizado es necesario para nuestras fábricas, nuestras infraestructuras, la agricultura, la ganadería y las energías renovables.

Es un producto básico para los bienes de consumo, además de ser 100% renovable, con baja huella de carbono, 100% reciclable y que contribuye a hacer nuestras construcciones mucho más duraderas y eficientes.

Necesitamos la puesta en marcha de medidas concretas desde el gobierno, una verdadera Estrategia de Materias Primas que asegure un suministro seguro y asequible de los bienes fundamentales que sostienen nuestra economía.